Hernán Montenegro - El "Loco" de la gente
Altura: 2,06
Puesto: Ala Pivot
Luego se cruzó de vereda para jugar en su querido Villa Mitre de la misma ciudad.
En 2009 fichó por Obras Sanitarias de Buenos Aires. Disputó solo 3 encuentros.
En 2010, con 44 años, integró el equipo de Del Progreso de General Roca, Río Negro donde jugó varios partidos de la Liga del Alto Valle.
Fue su última presentación oficial como jugador.
El Loco en Fotos
En 1985, Montenegro es citado por primera vez para la selección argentina de mayores, en el Sudamericano de Medellín (3º puesto); aunque 1986 sería su año de despegue. A los 20 años integra el plantel de la selección argentina participa del Mundial de España (12ª ubicación).
- "El problema no es cuando te putean, sino, cuando dejan de hacerlo. Ahí retirate, porque ya no provocas odios ni amores. Que te ignoren es lo peor que puede pasarte".
- "En la Liga te mandan un discurso moralista pero en los Play off se termina todo. Te dicen ‘yo puse plata y quiero ganar. Si tenés que tomarte una línea de merca o infiltrarte para ganar, hacelo’".
- Cuando se encontraba en el campamento de los Sixers de la NBA, donde estuvo seis meses, compartió habitación con Charles Barkley: "El gordo arrancaba de noche y se armaba unas caravanas de novela. Llegaba con unos pedos tremendos a las cuatro de la mañana. Yo lo tenía que despertar a las seis para que saliera a correr, ya que tenía problemas con el peso, y el equipo lo multaba por cada libra que aumentaba".
- De su experiencia en Estados Unidos, Montenegro asegura que "la vida de algunos jugadores profesionales es tremenda: Diego es Bambi al lado de Michael Jordan, sólo que a él el sistema lo ayudó".
- "Creo haber sido muy contradictorio en mi vida y eso es porque las personas que van creciendo día a día y que buscan mutar buscando algo nuevo tienen ese contra punto".
- "El ambiente es titiritero y la mayoría se ahoga en ese círculo, si sos muy público podés tener tu personaje, el mismo tiene que ser de defensa y por eso por ejemplo todo el mundo habla de Maradona, podemos estar diez horas hablando de Diego pero la gente no entiende que Maradona es único e irrepetible y que por sobre todas las cosas es un jugador de fútbol".
- ¿Beto Cabrera o Manu Ginobili? "¡¡Cabrera hijo!!, con todo el respeto que me merece Manu. Yo jugué contra los dos, Beto Cabrera jugaba el básquet de hoy pero 30 años atrás".
- "Nunca te comas el caramelo de “yo formé a…” los mejores son mamá y papá".
- "Con medios o sin ellos, si vos querés: podés".
- "Acá en Bahía fracasó hasta el Papa". Ese día, en el 82, se tiraron más de 30.000 chorizos porque la gente no inundó las calles como en otros lugares.
Hernán Abel Montenegro nació en Bahía Blanca el 10 de agosto de 1966. Hijo de un padre con descendecia española y una madre alemana, él heredó las características físicas de su madre.
Comenzó a jugar al básquet a los 5 años, favorecido por su físico muy alto y espigado, infrecuente en un chico de tan corta edad. Con sólo 14 años, debutó en la categoría mayores del Club Leandro N. Alem, donde sus compañeros tenían hasta 10 años más que él.
Así, dadas sus excelentísimas condiciones, su estreno en la selección argentina juvenil no tardó en llegar: fue en 1981, en el Panamericano de Montevideo, donde consiguió un tercer puesto. Dos años después, participó del Mundial Juvenil de España (7º puesto), y allí fue observado por un reclutador español que lo colocó en el CAI Zaragoza con solamente 17 años.
A los 20 años regresó al país e integró el plantel de Olimpo de Bahía Blanca, que se consagró subcampeón de la Liga Nacional de Básquet; y con la selección argentina participó del Mundial de España (12ª ubicación).
Exitoso aquí, salió a probar suerte por el mundo. Y tras un paso por el básquet universitario, participó del Draft de 1988, donde ocupó el lugar Nº 57, elegido en tercera ronda por Philadelphia Sixers, y así se transformó en el primer argentino reclutado por un equipo NBA, aunque no llegó a debutar.
Pero no conforme con lo que había logrado, volvió al país. En 1990 firmó con Estudiantes de Bahía Blanca, su ciudad natal. Tal vez jugando el mejor básquet de su carrera, Hernán lideró un equipo implacable y balanceado junto a jugadores como Juan Alberto Espil, Javier Maretto y José Luis “Josi” Gil, acompañados por los norteamericanos Darryl Pinckney y Dwayne Bryant. Aunque no pudieron ser campeones (perdieron la final ante GEPU), aquel equipoo quedará en la hsitoria.
Pero sin dudas que una de las páginas más lindas y divertidas de su carrera, apuntalada siempre en su carisma y personalidad exuberante, fue cómo se ganó el apodo de “Loco”.
Aunque mucho para confirmar que no era una persona común no le hacía falta, ese sobrenombre se lo pusieron en el Preolímpico 1992, cuando jugando para la selección mayor se destacó ante la selección estadounidense compuesta por players NBA, y con un “22” dibujado en su cabeza. “¡Esta noche vana soñar con el loco 22!”, dijo un famoso relator de la NBC, y ahí le quedó...
Así como es él, siempre le costó dejar de jugar. Incluso probó de volver en 2009, a los 43 años, y lo consiguió: jugó un par de partidos para Obras en la Liga de las Américas.
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