sábado, 3 de abril de 2010
Nelson “Gitano” Iglesia una leyenda del Club Malvin / básquetbol.
Por una cuestión de edad, nuestras vivencias acerca del equipo y sus jugadores, comienzan a mediados de la década de los setenta.
Precisamente, por esa época, comenzaremos nuestra recorrida. De aquellos años, quienes apenas pasamos los cuarenta, recordamos como primer gran “ídolo” a quien fuera el emblema del equipo durante mucho tiempo: Nelson “Gitano” Iglesia.
Para quienes no lo vieron jugar, diremos que el “Gitano” cumplía la función de base armador. Poseedor de una gran inteligencia para organizar el juego, era quien llevaba las riendas del equipo gracias también, a su alta calidad técnica. Además tenía la extraña habilidad de colocar pases en lugares donde pocos imaginaban que podría hacerlo. Acaso sus compañeros (los que jugaron más tiempo con él) sí podían intuirlo.
Pero la técnica y la calidad que lució en las canchas durante toda su trayectoria, no lograron ocultar su fuerte personalidad, que le permitió ostentar el capitanato del equipo durante muchos años y ganarse el respeto de sus compañeros, rivales y hasta de los árbitros.
Tengamos presente que, en aquellos tiempos, el movimiento de jugadores entre equipos no era muy frecuente. De esta manera, los equipos mantenían a sus planteles durante varias temporadas. Lo que provocaba que hubiera un mayor entendimiento de los jugadores entre sí, cosa que redundaba en beneficio para el juego del equipo.
Algunos de los compañeros, con los que el “Gitano”, usando siempre la “11”, jugó durante mucho tiempo, fueron: Jorge “Manteca” González; Jorge “Colorado” Barbadora; Alfredo “Pelu” Santellán, entre otros.
Los hinchas de Malvín disfrutamos muchos años viéndolos jugar. No sólo por su calidad técnica, sino también por el fervor con el defendían la camiseta, porque, claro está: ellos eran tan hinchas como nosotros.
Pero además de disfrutar, aprendimos también, a sufrir en cada partido por nuestro equipo.
En charla con el “Gitano” nos contó que comenzó a seguir al equipo a la edad de trece años; los jugadores que más recuerda de aquellos tiempos son: Alfredo Venditto, Poconé Fossa, “Chato” Martínez y “Lalo” Berro.
Con quince años comenzó a jugar en formativas, donde era dirigido por Wilfredo Cebreiro, y posteriormente por Rúben Botari. Dos años más tarde, debutaba en Primera División. De esta etapa sus entrenadores más recordados fueron: Javier Rey y Prudencio De Pena.
Algunos de sus compañeros al llegar a Primera División eran, entre otros: Jorge Barbadora, Poconé Fossa, Leonidas Moltedo y Alfredo Venditto.
Al preguntarle cuál era el compañero con el que sentía más cómodo dentro de la cancha, la respuesta fue inmediata: -“Barbadora, sin duda. Llegué a primera con él y jugamos juntos muchos años”.
Apenas con veinticuatro años fue nombrado capitán del equipo, honor que ostentó, como ya fue dicho, durante el resto de su carrera en el club. En esta etapa compartió el plantel con jóvenes jugadores que, en el futuro serían figuras del equipo: Rodolfo Pazos, Sergio Somma, Alejandro Dibarboure.
Integró la Selección Nacional que en 1971 disputó el Campeonato Sudamericano, logrando el vice campeonato. Ese mismo año logró, con la camiseta de Malvín, el vice campeonato en el Torneo Federal. También fue tercero, en este mismo torneo, en los años 1970 y 1977.
En 1978 pasó a jugar en Peñarol, equipo al que defendió por tres temporadas, y con el que obtuvo el título de campeón federal en dos oportunidades (1978-1979)."Me ´di el gusto de jugar en el equipo que soy hincha en fútbol y de integrar un plantel con grandes figuras caso el gran "chumbo" Arrestia , Mc Call y Jackson dos grandes extranjeros - de los mejores - Juan Andrés Blanc , El "bandido" Bianchi , Alvarito Tito que recién empezaba a jugar .. entre otros."
En 1981 retornó a Malvín, que en ese entonces era dirigido por Javier Espíndola; esa temporada marcaría su retiro de las canchas como jugador. Pero el recuerdo de su figura dentro de la cancha, sigue presente en todos los que lo vimos jugar.
Actualmente se siente un hincha más del equipo al que acompaña en todos los partidos. Al consultarle sobre lo que sintió cuando el equipo logró el título de la liga uruguaya 2006-2007 nos expresó: “Fue algo grandioso. Una gran alegría. Siento un profundo agradecimiento hacia todos los que contribuyeron a lograr el título; y me siento feliz de haber podido disfrutarlo en vida”.
También se mostró muy conforme con la transformación que ha experimentado el club en los últimos años: “El presente del club es muy bueno; ha crecido mucho en el plano social y edilicio. Por suerte se ha convertido en un gran club que todos los malvinenses podemos disfrutar”.
“El “Gitano” era un jugador de equipo; individual y colectivamente era distinto; por sus condiciones, pienso que podría haber jugado en cualquier época”, nos expresaba Jorge “Manteca” González, quien jugó muchos años a su lado. “De los mejores que vi interpretando y leyendo el partido. Jugando al lado de él, era todo mucho más fácil. Su inteligencia le permitía medir el tiempo del partido; podía manejar a nuestro equipo, a los rivales y a los árbitros”, agregaba.
Al preguntarle cómo era como compañero, nos decía: “era un verdadero líder; tenía una gran influencia tanto adentro como afuera de la cancha”.
Por figuras como el “Gitano”, y la de tantos otros que, como él, dejaban la vida en la cancha por el equipo, fue que muchos aprendimos a querer y a defender la camiseta de Malvín.
Nota de Flavio Velazco Carrera con el apoyo de la página oficial del club Malvin.
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