sábado, 3 de abril de 2010
RECUERDO :HEBERT "FONSI" NUÑEZ UN GRANDE DEL BASQUETBOL URUGUAYO - SIN FRONTERAS .
Entrevista
año 2000
EL "RIOBA". Se crió en la calle Larravide, entre los barrios Villa Española y Puerto Rico y asegura que por haber nacido en ese barrio no lo asusta nada: "cuando pasaste tantas cosas de chico después de grande soportás todo y sos duro ante las situaciones complicadas. Eso no significa que uno no tenga sus sentimientos y sus respetos. A mí el básquetbol me dio la posibilidad de crecer y de aprender, pero aún hoy tengo amigos en el barrio que no han podido salir de ahí". De todas maneras, tuvo una niñez feliz. Su familia estaba compuesta por el padre, Juan Carlos, que trabajaba como repartidor de agua y soda, la madre, María Esther, y su hermana Susana. "Tuve una niñez feliz dentro de un barrio humilde. En aquella época los gurises no pedían en los semáforos como ahora, no necesitaban hacerlo porque los vecinos siempre ayudaban. Te metías en cualquier casa y te daban de comer. Jugábamos todo el día en la calle: a la pelota, con la cometa, el trompo y la bolita. Todos juguetes caseros que nosotros mismos fabricábamos. Por ejemplo, las cometas las hacíamos con diarios y engrudo. Al fútbol no era malo, incluso ya más de grande jugué en cuadros de once, lo hacía como número 9 y no era tan torpe como generalmente son los grandes. En verano, por las noches, todos los vecinos sacaban las sillas a las puertas de sus casas para conversar y nosotros nos sentábamos alrededor a escuchar y nos quedábamos allí hasta tarde. Eran veranos espectaculares. Con el tiempo te volvés nostálgico: a veces voy por el barrio y está todo igual: el banco donde se reunía la barra, la esquina, el almacén y hasta Doña Yolanda, la odiada señora que nos cortaba la pelota".
Cuando Hebert tenía seis años sus padres se separaron, sin embargo, él asegura que el hecho no le produjo mayores trastornos: "me dolió, pero lo tomé como algo normal. Papá se fue y nosotros seguimos nuestras vidas. Además éramos muy chicos y mi madre no dejó que sintiéramos la falta de papá. Puede que mi hermana lo haya sufrido más que yo. De todos modos seguimos viéndolo y siempre estuvo todo bien con el 'viejo'. El volvió a casarse y tenemos otro hermano, Gustavo, que nació cuando yo tenía 14 años. No recuerdo que su nacimiento me haya molestado y hoy me llevo muy bien con él".
Fue a la Escuela Algarrobo, la NŠ 118, ubicada en Industria y Algarrobo, donde no se destacó por ser un alumno aplicado: "con los cuadernos era horrible, pero cuando la vieja apretaba le hacía alguna raya. Era medio salvaje, nunca tuve la moña atada y aunque mi madre se preocupaba de que fuera de punta en blanco yo volvía con la túnica gris y los bolsillos rotos. A veces me encarrilaba y cuando eso sucedía me daban alguna tarea para hacer: junto a un amigo vendíamos los bizcochos, pero él se los comía y me echaba la culpa a mí. 'Allá va Núñez en penitencia', era una frase muy escuchada. ¡De tanto ir ya me había hecho amigo de la directora!
"FONSI". Cuando terminó la escuela fue a la UTU de Larravide y Joanicó a hacer tornería, pero no tardó en dejar por el básquetbol. "Unos años después, cuando ya jugaba en Sporting comencé a trabajar en una empresa de tornería donde trabajaba y al mismo tiempo te enseñaban. Es algo que me gusta mucho. Hacía ceniceros, lámparas, piezas de juguetes y las patas de maderas de los televisores. También pulía y le daba color a la madera. En la casa de mi madre todavía hay algunas cosas hechas por mí". Su primer trabajo fue en Las Filipinas, una casa de telas en la Unión: "allí acomodaba las telas y me dormía arriba de ellas. Después cementé suelas y cuando tuve edad para sacar la libreta comencé a trabajar con mi padre repartiendo sifones. Después me dieron un camión para mí y estuve un año repartiendo soda en las casas particulares por todos los barrios. Allí me pusieron el sobrenombre de 'Fonsi', o sea sifón al revés".
Dejó de trabajar cuando fue citado por primera vez a la selección y de allí en más se dedicó exclusivamente al básquetbol. "No me puedo quejar, me ha ido bien. No puedo decir que hice dinero, pero compré lo necesario. De todas maneras hay cosas que uno no se da cuenta de lo importante que son, hasta que las deja: como el estudio. Aunque mi vida se ha enderezado mucho por los hijos que tuve. Les estoy muy agradecido, si no hubiera tenido suerte con mis hijos, se me hubiera complicado. Hoy Martín tiene 22 años, Sebastián 20 y María Virginia 16. Ellos estudiaron, saben idiomas, se expresan bien y tienen una gran personalidad. Estoy orgulloso porque lo poco que les he podido dar les sirvió. Me hubiese gustado tener estudios para ayudarlos más, aunque la calle y la vida también te enseñan. Hoy es difícil andar en la calle. Hace un tiempo, cumpliendo una promesa me fui caminando desde el Buceo hasta la Gruta de Lourdes y pasé por muchos barrios: por el Borro y por Aparicio Saravia. Yo admiro a esa gente, sé lo que pasan. porque yo viví algo similar. Admiro la fortaleza que tienen para sobrellevar la vida".
EL ARO. Comenzó a jugar al básquetbol tarde: a los 17 años. Fue por un primo que dirigía las juveniles de Tabaré y fue a su casa a hablar con su madre porque lo quería llevar. "No me gustaba y la primera semana me hice la rabona. Un día le preguntaron a mi madre por qué no iba y ella se sorprendió porque me mandaba todos los días. Ella me apoyó mucho, insistió e insistió hasta que empezó a gustarme, eso fue cuando comencé a jugar los domingos de mañana. Me gustó y así llegué a la primera de Tabaré. En esa epoca me eligieron por primera vez para integrar la selección. Fue para el Sudamericano de Chile y allí me habló Carlos Peinado para que fuera para Sporting. Me explicó que como pasaba de un equipo de segunda a uno de primera tenía que estar dos años sin jugar, pero que me iba a ir bien. Lo hice y por suerte en la Federación me perdonaron un año. En Sporting donde comencé una carrera más seria y logré mi primer título federal".
Luego de dos temporadas en Sporting, pasó a Peñarol donde estuvo del 81 al 84. Era la época en que se jugaban los clásicos frente a Nacional, iba mucho público y se televisaba. Allí no sólo recibió el reconocimiento de la gente, sino que fue Campeón Federal y de América. Luego quedó libre y tenía tres posibilidades: Neptuno, Colón y Cordón. Habló con su padre optó por el último. Pensó que iba a jugar un año, se quedó 15 y fue seis veces Campeón Federal: "era un equipo donde todo salía bien y te pagaban al día. Perdíamos muy poco y aunque perdiéramos unos cuantos partidos sabíamos que la recuperación no tardaría en venir. Me dolió mucho irme del club, por la manera en que me fui. Ahora ya pasó, lo peor fue el año pasado. Estuve 15 años y un día me fui sin saber por qué. Aunque se hayan dicho 20.000 cosas, lo cierto es que la decisión la tomó el presidente, a quien yo jamás traicioné. Varias veces le pedí un empleo para cuando dejara de jugar, y él siempre me respondía que me quedara tranquilo. Sin embargo, me tuve que ir sin entender la razón. Algún día lo sabré, pero me hubiese gustado irme de otra forma".
Posteriormente jugó sus dos últimos años en Aguada y Welcome retirándose en el año 2002 a los casi 46 años de edad dejando una trayectoria brillante de más de 26 años en los rectángulos de juego .
Esta nota se la hicimos en el año 2000 cuando se había alejado de Cordón después de más de 15 años y su futuro deportivo aún estaba incierto .
LA MARCA
A Continuación le dejamos como testimonio la publicación periodística de el colega Sergio Palay en su sección LA MARCA en www.basquetcaliente.com .
Hebert "Fonsi" Núñez fue sin ningún tipo de dudas el jugador más determinante del básquetbol local en las décadas de los 80 y 90.
Dueño de una elegancia particular a la hora de mirar el aro, el "Fonsi" se aburrió de hacer goles desafiando las leyes de la genética Iban pasando los años y Núñez como si nada. Multicampeón se ganó el respeto de todos tanto dentro como fuera del país.
Sus características
Con poco más de dos metros, siendo un cuatro por excelencia, podía jugar como tres o cinco si era necesario. Contaba con un disparo mortífero de cuarta y media distancia, el mejor que vi a nivel local, y movimientos sencillos pero efectivos debajo del cesto. Buen tirador de tres puntos, pero mejor lanzador de libres, el "Fonsi" lograba algo muy difícil, que la pelota pesara lo mismo en cualquier momento del partido. Siempre asumió riesgos, siempre pidió la pelota y apareció en los momentos claves.
Sus comienzos
Seguramente no muchos recuerden que Núñez se inició como jugador en Tabaré a comienzos de los 70 pasando en 1975 a River Plate argentino y retornando luego nuevamente al equipo del Parque Batlle. En 1978, Sporting que volvía a Primera División, pensó en él para reforzar su plantel.
Tuvo que esperar dos años para más lograr su primer Título Federal. Fue en 1980 y con el equipo decano, compartiendo protagonismo con Fito Medrick y Tito Malcom entre otros.
El Peñarol de las estrellas
Tras un par de años en Sporting pasó a Peñarol en donde jugó por tres temporadas logrando el Federal de 1982, el Campeonato Sudamericano de Clubes de 1983 y el tercer puesto en la Copa William Jones. La parcialidad aurinegra aún hoy recuerda el famoso equipo formado por Jackson, Blanc, Núñez, Mc Call y Tito.
Su paso a Cordón
En 1985, Peñarol ya comenzaba su debacle basquetbolística y el Fonsi fue transferido a Cordón. Como el propio Fonsi dice, firmó por un año y terminó permaneciendo 15 temporadas.
Su debut en el conjunto albiceleste fue por demás auspicioso. Con la conducción de Atilio Caneiro, Cordón terminó segundo en el Federal (por detrás del Sporting de Carlos Peinado) y consiguió luego su primer título al ganar la Liguilla.
El primer título con Cordón
Para la temporada siguiente, Don Julio Zito confió la dirección técnica al joven Javier Espíndola, quien venía de realizar una buena campaña con Defensor. El conjunto albiceleste contaba con un plantel rico y heterogéneo.
El goleador Trindade, el gigante Mario Viola, el siempre rendidor "Manzana" López y el joven Osky Moglia.
Cordón culminó primero la fase regular pese a dar la enorme ventaja de tener suspendido a Núñez por 10 partidos. Fonsi se fue de boca tras el Mundobasket 86 y la FUBB le aplicó una absurda suspensión.
En la fase final y pese a perder los dos primeros juegos, Cordón se consagró de forma anticipada campeón y Núñez promedió más de 30 puntos por juego.
Arriba pero sin títulos
Tras ese título, Cordón se mantuvo durante cuatro años en los primeros planos. Cosechó cuatro subcampeonatos consecutivos pero el título se negaba.
Primero Bohemios y luego por tres veces Biguá cortaron el sueño de campeonato del albiceleste.
Volvieron los títulos
Pese a ello, Zito y la directiva albiceleste siguió apostando alto y los títulos llegaron. Con Núñez como abanderado y otras figuras a su lado como Camilo Acosta, Diego Losada, Javier Bonda o Marcel Bouzout, Cordón consiguió los Federales de 1991, 1992 y 1993.
Núñez seguía siendo por ese entonces la ficha nacional más confiable. Todos los años se armaban grandes equipos, Neptuno (1991), Aguada (1993) pero ninguno podía con el Cordón del Fonsi.
Hebraica Macabí rompió la hegemonía albiceleste en el 94 pero la venganza no se hizo esperar. Dirigidos por César Somma, Núñez, Granger, Acosta, Medrick y compañía vencían al año siguiente en la última gran final del básquetbol uruguayo. En el año 1996, el Fonsi ya con 40 años pero nuevamente siendo figura, lograba su último título Federal con el equipo de la calle Galicia.
Las últimas temporadas
Los años siguientes Cordón poco pudo hacer ante el Dream Team de Welcome. Los albicelestes llegaron a un par de finales 97-98 pero sucumbieron ante el súper equipo de la era Magurno.
El quinto puesto conseguido en 1999 precipitó su salida del equipo, fichando por Aguada al año siguiente.
En Aguada y Welcome
Cuando se pensaba que su carrera estaba terminada. Núñez fue fichado por Welcome, el año en que la W optaba por el quinquenio. Quiso el destino que el Fonsi se retirará jugando una final frente a Cordón. Pese a perder, Núñez a los 45 años, dio la última muestra de clase siendo figura en la segunda parte y anotando 16 puntos en un juego que se decidió sobre el final con libres de Gonzalo Caneiro.
Fue su último encuentro. Antes de comenzar la siguiente temporada decidió retirarse: "Fue una decisión muy difícil porque después de 30 años en los que hice lo mismo tengo que cambiar el rumbo, pero ya no tiene vueltas: se acabó" decía por ese entonces al Diario El Observador.
Se fue con 8 Títulos Federales bajo el brazo, lo que hace un palmarés envidiable y le convierte en uno de los jugadores más ganadores del básquetbol nacional.
En la Selección
Debutó en la Selección Uruguaya a la edad de 19 años participando en el campeonato Sudamericano de Valdivia en 1977, logrando el segundo puesto. Fue tercero en Bahía Blanca 1979 y dos años más tarde logró el título en el Cilindro.
Indiscutido durante años en nuestra selección fue titular durante más de una década logrando el sexto puesto en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984 y participando de los Mundiales de 1982 y 1986.
El quinteto formado por Peinado, Ruiz, López, Núñez y Larrosa es el último gran equipo recordado por los uruguayos.
A nivel sudamericano cosechó 1 medalla de oro, 2 de plata y 3 de bronce. Su última participación con la celeste fue en año 1993 en el Premundial de Puerto Rico.
Tras esa participación los entrenadores de turno decidieron cortar su ciclo con la Selección, en una de las más polémicas decisiones de la época. Si bien Uruguay ganó los Sudamericanos de 1995 y 1997 a juzgar por la preponderancia del "Fonsi" en el orden local deba la sensación que al menos pudo haber sido parte de esas plantillas.
Nunca se alejó
Tras el retiro, Núñez siguió vinculado al básquetbol Amenazó con volver un par de veces. La más cercana de todas fue en el año 2007 cuando a la edad de 50 años, llegó a entrenar con miras a jugar el Metropolitano con su Cordón.
Un Cordón que le reconoce como la mayor figura de su historia y que incluso bautizó una de las tribunas de su cancha con su nombre.
De vez en cuando se le ve jugar en algún encuentro homenaje o a beneficio e incluso participó hace un par de meses del Campeonato de Básquetbol del Sur. Desde hace un tiempo trabaja para la empresa Tenfield y se le ve ligado al básquetbol. Hace unos días incluso se le vio tratando de reparar el tablero electrónico del Cilindro. Justo él, que tantas veces descontroló los marcadores con sus reiterados goles.
Es el "Fonsi" Núñez, un jugador que brilló con luz propia, un hombre que se aburrió de ganar títulos y que en cada cancha que pisó seguro dejó su MARCA.
Publicación y recopilación periodistica ;Flavio Velazco Carrera.
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