VARIOS GRITOS DE GOL EN LA GARGANTA DE DIEGO ...!!!!!
A principios de 1981 y después de una interminable novela entre
los presidentes Benito Noel y Próspero Cónsoli, Boca y Argentinos
Juniors llegaron a un acuerdo y metieron todos los ganchos necesarios
para que Diego Armando Maradona, ya el mejor jugador de fútbol del momento
, se pusiera la camiseta de Boca. No vamos a entrar en detalles legales sobre el
papel jugado por el Barcelona, ni mucho menos en temas económicos. Lo cierto
es que el club se endeudó hasta las manos en una época donde el dólar se iba a
las nubes y hasta armó un combo de jugadores para mandar con moño y todo
a La Paternal. El paquete estaba conformado por ídems y otros que no lo eran.
A saber: Santos, Bordón, Zanabria, Salinas y Randazzo. Obviamente había
intenciones de limpiar el plantel.
Cuando hablamos de interminable novela nos referimos a semanas
Cuando hablamos de interminable novela nos referimos a semanas
enteras de idas y vueltas, adornadas por la presión que metía la gente
del Bicho para no vender a su joya. De hecho, el martes 10 de febrero,
el plantel de Argentinos tuvo que ir a entrenarse al Club de Teléfonos
porque la mano venia pesada en La Paternal: aparecieron diez
tablones de la cancha incendiados, una horca pintada con los nombres
de Consoli y otros dirigentes de peso y mucha amenaza telefónica.
El utilero Miguel Di Lorenzo, bah (?), Galíndez, se encargó de
blanquear todo: “…yo atendí una vez y me asusté en serio.
Me dijeron que con el canchero nos fuéramos enseguida
porque iban a quemar todo…”.
En el medio de ese clima enrarecido llegó finalmente la hora señalada.
En el medio de ese clima enrarecido llegó finalmente la hora señalada.
El viernes 20 de febrero por la mañana, Diego y Jorge Cyszterpiler
cayeron a bordo de un Mercedes 450. Faltando una cuadra para llegar
a la cancha, hicieron un cambiaso de auto para despistar a la guardia
periodística, y en un Ford Taunus entraron por el portón de acceso al
estacionamiento. El revuelo y las corridas de los periodistas fue un
poroto después de ver a malones de gente salir de la pileta del club
en busca de un autógrafo del nuevo refuerzo.
por la noche, un amistoso contra el Bicho en La Boca. Evidentemente importó
poco y nada que Maradona estaba físicamente al límite por un tirón
producido en su último entrenamiento con Argentinos. En esa
calurosa jornada, el partido/excusa convocó a multitud de gente y periodistas
ansiosos por ver el instante clave: la salida del Diez por el túnel con la
camiseta xeneize. Pero hubo que esperar 45 minutos para las fotos,
ya que Maradona jugó el primer tiempo para Argentinos y recién el
segundo para Boca.
sacó la camiseta de Argentinos, se la regaló a Francis Cornejo y se mudó
del vestuario visitante al local. Escuchó a Marzolini darle pista a
Randazzo para que pueda entrar y quedó todo listo. La salida de Boca
al campo de juego para el segundo tiempo fue conmovedora. Los flashes
iluminaron la boca de lobo que era la Bombonera en esa época e inmor
talizaron el momento histórico. Y el propio Diego quedó shockeado: “…ojalá
todos los clubes tuvieran una hinchada como la de Boca.
Es sensacional. Comprendí cuánta grandeza tiene el día que
jugando para Argentinos le metí cuatro goles en cancha de Vélez.
La hice cuatro y esa hinchada me ovacionó…”.
era claro que la cosa no podía terminar de semejante manera. Maradona,
que prácticamente no podía moverse, anotó de penal su primer gol en
Boca y puso el 2-1. Pero en el final hubo una siesta y el Bicho lo dio vuelta
con goles de Olarán y el ex Boca Bordón.
La formaciòn inicial puesta por Marzolini fue Gatti, Colorado Suárez, Acevedo,
La formaciòn inicial puesta por Marzolini fue Gatti, Colorado Suárez, Acevedo,
Mouzo, Cacho Córdoba, Quiroz, Abel Alvez, Randazzo, Pichi Escudero, Outes y Hugo
Osmar Perotti
Maradona
usara medias Adidas azules en Boca, se dio el estreno oficial.
Fue el domingo
22 de febrero de 1981, por la primera fecha del Metro y con goleada 4-1 a
Talleres en una Bombonera que reventó de gente y tuvo que cerrar sus
puertas
dos horas antes del encuentro ante las avalanchas de los hinchas que
soñaban
con sacar una popular en las viejas ventanillas del estadio, coparon de
vereda
a vereda la calle Pinzón desde del Valle Iberlucea hasta Almirante Brown y
fueron invitados a retirarse a puro bastonazo de la Montada luego de que
soltara los caballos entre la multitud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario