Tras jurar ante la presidenta de la Cámara de Senadores, Lucía Topolansky, José Mujica comenzó su discurso en el Palacio Legislativo. “Querida Lucía”, le dijo a su esposa a poco de haber comenzado la ceremonia. En su discurso, Mujica destacó a la educación como prioridad.
“Gobernar es crear las condiciones políticas. Para generar transformaciones a largo plazo”, indicó.
El senador dedicó la primera parte de su discurso a la oposición. Pidió el apoyo de todos los partidos en temas vitales como educación y seguridad. “Vamos a buscar el diálogo, pero no de buenos ni de mansos, sino que vamos a buscar la complementación. El diagnóstico de concentración y convergencia es el mejor”
Mujica señaló que deben existir acuerdos en “aquellos asuntos donde se juega el destino de esta sociedad, sin pretensiones de verdad absoluta”.
El presidente dijo que, tal como el programa del Frente Amplio (FA) lo indica, su gobierno le dará al país “cinco años más de manejo profesional de la economía. Con una macroeconomía prolija, siendo serios en el manejo del déficit, de la deuda y del gasto”, agregó.
Mujica señaló que su gobierno saldrá a buscar nuevos mercados “con decisión y seriedad”. También indicó que esos esfuerzos serán “redoblados” en materia social.
“Si vamos a ser proactivos en materia económica, seremos más proactivos en la búsqueda de mayor equidad social. No tenemos paciencia para esperar que la prosperidad resuelva las cosas por sí misma. Vamos a llevar el gasto social hasta lo máximo posible”, dijo.
Carta de un militar arrepentido con Mujica y Lucía Topolansky
Presentamos la carta que la senadora Lucía Topolansky mostró el pasado miércoles en la ciudad de Mercedes (Soriano), y que recibió de un militar que la detuvo en el año 1972.
Se trata de puño y letra la carta del coronel Orosmán Pereyra Prieto, que se expresa al principio en los siguientes términos:"El tiempo ha pasado y las heridas en la sociedad iniciadas con una guerrilla utópica y una dictadura militar de igual naturaleza, están en tiempo de cerrarse", dice el militar a Topolansky.
En otro pasado de la misma considera que la victoria de José Mujica Cordano es "un triunfo de la democracia, el republicanismo, el respeto mutuo y la tolerancia".
Posteriormente el militar Pereyra revela que el " fatídico 18 de mayo de 1972" cuando un comando tupamaro asesinó a cuatro soldados que estaban de custodia frente a la casa del general Alfredo Gravina. "Un torbellino de hechos y sucesos, nos fue empujando a unos (nosotros) y a otros (ustedes), a situaciones que nadie imaginaba", señala.
A continuación el militar Pereyra relata entonces la detención de Topolansky y del hoy presidente José Mujica. Ella, en el Jardín de Infantes del Liceo Francés "portando una granada de mano en su cartera y un revolver 38 cañón corto en su cintura"; Mujica: "en la parada de ómnibus de la Avenida de las Instrucciones, donde concurrió al encuentro en bicicleta y con una subametralladora Uzi colgada al hombro".
El citado militar subraya por las dudas que escribe esta carta a título "personal, sin representación de ningún grupo".
Por último se despide así: "Nuestro País, nuestra Nación es más grande que nosotros mismos, y es el momento que nuestro pueblo encuentre el rumbo del progreso y el bienestar material, cultural y moral que necesita", dice el militar. "No admite nuestro País seguir desangrándose en exilios, ni en una sociedad culturalmente paupérrima, ni de niños en semáforos, ni destruida por el flagelo de la droga". Y reconoce a los dirigentes tupamaros: "Han dado ustedes señal de tomar el camino cierto de la democracia, para lograr los cambios sociales necesarios, para el desarrollo en paz de la sociedad y para ello, nunca es tarde. (…) Fue necesario que se derramara sangre de hermanos para llegar a esto, que tenemos hoy día, Democracia. Precio muy caro que pagó nuestra sociedad, para que no les vaya bien en el nuevo gobierno".
Finaliza el militar diciendo: "Tienen en sus manos la esperanza de un pueblo; de quienes los votaron y de quienes no los votamos. Y es grandeza de quienes no lo hicimos, desearles el mayor de los éxitos en la empresa, porque todos los que vivimos sobre esta bendita tierra de la Banda Oriental, tenemos un destino común y hoy él, está en sus manos, por decisión de quien tiene el derecho de hacerlo, nuestro Pueblo".
"No creo que ninguno de nosotros siquiera imaginó que Mujica podría ser nuestro Presidente"
"La situación Mujica presidente tiene rasgos de surrealismo"
El doctor Henry Engler, director del Cudim y que durante la dictadura fue, junto con Mujica, uno de los llamados “rehenes” del MLN, afirmó que el presidente entrante “es una persona nada dogmática; si tuviera algo de dogmático, lo que está pasando no sería posible”.
"La situación Mujica presidente tiene rasgos de surrealismo"
"Fue una satisfacción muy importante” cuando se confirmó que Mujica sería presidente, afirmó en el programa En Perspectiva el doctor Henry Engler, quien en estos días se prepara para la inauguración del Centro Uruguayo de Imagenología Molecular (Cudim), del cual es director. “Es una situación que ninguno de nosotros podía siquiera imaginar, tiene rasgos de surrealismo”, señaló.
“No, creo que ninguno de nosotros siquiera imaginó” que Mujica podría terminar siendo presidente de la República por medio de las urnas, con el respaldo de más del 50% de la población hace 40 años atrás.
No había un derrotero político de este tipo en los planes, “pero tampoco era algo que estuviera totalmente fuera de lo que se podía evaluar. En aquel momento la situación era que no veíamos ningún tipo de salida de la situación terrible en la que estaba Uruguay, el despotismo era impresionante. En ese momento todos considerábamos que era el camino, pero no significaba que íbamos a ser para siempre un movimiento guerrillero; lo que se quería era cambiar la situación. La utilización de armas fue un momento histórico, no implicaba de ninguna manera que no fuéramos a buscar otras medidas que fueran pacíficas, porque no se puede hacer una guerra para siempre, ¿verdad?”
De aquel Mujica guerrillero en este ya casi presidente de la República “queda la esencia, porque la motivación y el interés de cambiar la situación y tratar de beneficiar a los más desposeídos no han cambiado un ápice. Ha habido todo un proceso de madurez que significa la adaptación a circunstancias de realidad. Me parece un proceso muy dialéctico, yo no noto un cambio de esencia de ninguna manera, pienso que el interés sigue siendo el mismo, y evitar confrontamientos armados es una cosa esencial. Uno no toma las armas porque piensa que es divertido”.
Engler recordó qué lugar ocupaba Mujica en la estructura jerárquica del MLN. “En el último período estuvo en la dirección del MLN con Sendic y conmigo. Eso fue a partir de la caída de Marenales. Fue una época muy difícil, dormíamos en cualquier lado, donde nos encontrara la noche, muchas veces por el campo en los alrededores de Montevideo, teníamos reuniones en chircales; nos encontrábamos en las afueras de Montevideo, alguna vez nos reunimos incluso atrás de algún cuartel entre chircas y matorrales.
El científico recordó que Mujica en la cárcel era un lector increíble. “Tieneuna cultura autodidacta que es impresionante. Siempre fue un apasionado de la historia, de todos los procesos que se dieron en el país, de la historia de blancos y colorados, eso siempre fue motivo de charlas. En un tiempo estuvimos presos en el cuartel de Artillería 1, y ahí en un período tuvimos la posibilidad de charlar, y conversábamos muchísimo de historia. Tiene conocimientos de historia muy detallados y profundos”.
“Yo recuerdo momentos difíciles del MLN en que había que tomar decisiones importantes estando Sendic y yo en la dirección, Sendic me decía siempre: “Tenemos que hablar con Mujica”. Es una persona con mucha amplitud para analizar las cosas y nada dogmática; si tuviera algo de dogmático, lo que está pasando no sería posible”.
fuente: EL ESPECTADOR
La mano argentina que nos faltaba
Cristina: “Estoy impresionada por el discurso de Mujica”
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner dijo hoy que está "impresionada" por el discurso del presidente del Uruguay, José Mujica, "porque por su historia es muy fuerte".
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner participó esta tarde de la ceremonia de asunción del nuevo presidente de Uruguay, José Mujica; y luego mantuvo una reunión con sus pares de Ecuador, Rafael Correa; y de Venezuela, Hugo Chavez.
Cristina arribó poco después de las 15,30 (hora local) al aeropuerto internacional de Carrasco y desde allí se dirigió a la residencia del embajador argentino en Uruguay, junto su esposo, el diputado nacional y ex presidente Néstor Kirchner y el canciller Jorge Taiana.
A las 16,45 arribó acompañada de Kirchner y Taiana a la Plaza de la Independencia, para participar del acto en el cual el presidente saliente Tabaré Vásquez le hizo entrega de la banda presidencial al nuevo mandatario.
Cristina y Néstor Kirchner escucharon atentamente el discurso que pronunció luego Mujica. "Me impresionaron sus palabras, su historia, es todo muy fuerte", dijo Cristina al concluir el acto.
"Fue un buen discurso, vengo con todo el espíritu y el sentimiento de haberlo escuchado. Comparto el sentido de latinoamericanismo, comparto el sentido de solidaridad de este pueblo", dijo por su parte Néstor Kirchner.
Tras presentar sus saludos protocolares, lo hizo en tercer lugar, luego de Fernando Lugo (Paraguay) y del Príncipe Felipe de Borbón (España), Cristina se dirigió hacia el Hotel Radisson, lugar de alojamiento de la mayoría de las delegaciones extranjeras que participaron de la ceremonia, para mantener un encuentro con los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; y de Ecuador, Rafael Correa.
Sobre esa reunión la Presidenta manifestó que "hacía rato que no nos juntábamos y nos juntamos y compartimos un buen momento".
Cristina estuvo acompañada por Néstor Kirchner y por el canciller Taiana y el encuentro se extendió por espacio de casi una hora, sin que trascendiesen los temas que se trataron.
Tras la reunión, Cristina y su comitiva emprendieron el regreso a Buenos Aires, para reunirse con la Secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, quién participó de la ceremonia que se celebró a primera hora en el Palacio Legislativo uruguayo y luego viajó a la Argentina.
Cristina viajó al Uruguay acompañada por Néstor Kirchner, Jorge Taiana, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, los gobernadores de Entre Ríos y de Santa Fe, Sergio Urribarri y Hermes Binner, respectivamente; la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, el senador Miguel Angel Pichetto, y los diputados Agustín Rossi, Carlos Heller y Diana Conti, entre otros.
fuente: TELAM
"Llevar más conocimiento al interior de Uruguay" lo afirmó Mujica
"El sujeto del cambio sos vos, pueblo querido"
El Presidente de la República expresó que la realización del encuentro en Plaza Independencia tuvo el objetivo de agradecer el calor del pueblo uruguayo. Manifestó que para seguir adelante se necesita audacia del Estado y capacidad de los trabajadores para asociarse en emprendimientos productivos. Integración, economía, disminuir la pobreza, llevar más conocimiento al interior del país, serán temas a seguir, dijo el Presidente de todos los uruguayos.
José Mujica Cordano asume como Presidente de la República Oriental del Uruguay
Tras la lectura y firma del Acta de Transmisión del Mando Presidencial, en un marco festivo antes miles de miradas reunidas en la Plaza Independencia, observaron cómo el Presidente saliente Tabaré Vázquez realizó el traspaso de la Banda Presidencial a José Mujica, ahora Presidente de la República Oriental del Uruguay”.
El Presidente Mujica dejó instalado el Gabinete Ministerial
En Consejo de Ministros, el Presidente de la República, José Mujica, dejó instalado el Gabinete Ministerial, donde se designaron a los señores Secretario y Prosecretario de la Presidencia de la República, a los Ministros de Estado y al Director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto.
Presidente José Mujica
Gobierno no esperará que la prosperidad resuelva situaciones de inequidad social
Tras comprometerse a desempeñar lealmente el cargo de Presidente y defender la Constitución, José Mujica, afirmó que presidirá un Gobierno con vocación de acuerdos, buscando el diálogo porque "la complementariedad de las piezas sociales es la que la mejor se ajusta a la realidad presente". Abogó por el desarrollo de la educación, la vivienda, la aplicación de políticas de Estado; un país agrointeligente y turístico, con logística regional.
1º de marzo de 2010
Fiesta popular: el pueblo uruguayo interlocutor y protagonista de la asunción presidencial
Al grito de ¡¡¡Uruguay, Uruguay!!!, en una jornada de 1º de marzo, cálida y tranquila, por ser feriado nacional, numerosos y entusiastas uruguayos se hicieron presentes desde tempranas horas, en la Plaza Independencia y en las inmediaciones del Palacio Legislativo y a lo largo de la Avenida Libertador. El objetivo era vivar a los autoridades electas y presenciar la ceremonia pública de asunción presidencial.
de pelear por integrar al país
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Con "un viejo peludo de Artigas" como invitado especial y frente a los representantes de decenas de gobiernos, José Mujica se convirtió ayer en el Presidente de la República.
Escriben: María José Frías, Pablo Fernández y Mariana Elizalde
“Sé que tengo que pelear hoy por la integración de este país, por todos y con todos", afirmó Mujica desde el estrado instalado en la Plaza Independencia. A las 16.40 Tabaré Vázquez le entregó la banda presidencial y a las 17.13 horas dio inicio a un discurso que se extendió durante 25 minutos, en el que hizo varias referencias a la integración nacional y latinoamericana y se dirigió al pueblo en segunda persona.
Junto a mandatarios extranjeros, legisladores y autoridades agradeció "sin ninguna parafernalia a ti, querido pueblo, con el cual están todos los compromisos". Entre sus invitados destacó a "un viejo peludo de Artigas" que utilizó como ejemplo de militancia porque es "de los que nunca piden un puesto, un cargo, un acomodo, un laburo". Aseguró que su "amigo" le servía como recordatorio de que "no por estar arriba, tu corazón y tu compromiso dejan de estar abajo".
Justificó su decisión de celebrar en un estrado frente al Mausoleo de Artigas en el carácter de "unidad nacional y concepción latinoamericana" que tiene su imagen, no eludió el pasado y reconoció la garantía que brinda a su gobierno la elección popular. "Ahora estamos certificados, está la firma del señor escribano. No dirán que no soy una criatura domesticada", bromeó, lo que provocó la risa de los asistentes.
"Estas formalidades que dan garantías podrán ser aburridas pero son una necesidad institucional que hay que defender. ¡Ay de nosotros cuando las hemos perdido! Sólo les damos valor cuando nos damos cuenta del papel que tienen en una nación", apuntó.
Dijo ser una "reliquia", parte de una generación que quiso "tocar el cielo con la mano" y cuyos miembros actuaron "desesperados de amor por la tragedia de nuestro pueblo". Sin embargo, reconoció el "duro aprendizaje" por el que descubrió que "no es poca cosa tener libertad, disentir, respetarnos, multiplicar conocimiento y conciencia y ensayar todos los caminos y fórmulas posibles que sirvan para enriquecer la sociedad y para enriquecernos nosotros mismos como seres humanos".
En un tono pausado y sin dejar de caminar sobre el estrado afirmó: "Soy de los que piensan que algún día la humanidad construirá esas sociedades pero antes necesitará riqueza, cultura y conocimiento porque es inútil querer igualar de arriba hacia abajo. La gente clama por lo inverso".
En su concepto integrador, reclamó la presencia de "ricos, pobres y del medio" y garantizó "seguridad y tranquilidad" a los inversores. Advirtió que si esas garantías no existen, "con el afán de repartir mucho, repartimos menos". Defendió el derecho del Estado a "asociarse" y a contribuir con "una clase media ahorrista que no llega a la estatura de empresario, pero es lo que tenemos". Al mismo tiempo, reclamó a los trabajadores que "se atrevan" y busquen conformar cooperativas y empresas propias para autogestionarse en lugar de "levantar muchos carteles con reivindicaciones".
Mujica se mostró como un presidente decidido a incrementar la riqueza del país. "Si cometemos el error de frenar las iniciativas económicas, no hacemos otra cosa que multiplicar las penurias", explicó. Sin embargo, reivindicó la adopción de políticas sociales que integren a "los que quedaron al costado del camino, no solo por solidaridad sino por conveniencia nacional".
En ese sentido, manifestó que el compromiso del gobierno será "barrer la indigencia y disminuir la pobreza en un 50%", con una fuerte política educativa que tienda a la descentralización hacia "el interior lejano, olvidado y segregado. La forma en que lo hagamos es negociable, no es negociable el rumbo. Y si por ello nos toca pasarlas amargas, las pasaremos".
Mujica cerró su discurso con una alusión a Chile y a Haití. "Nuestro grito es latinoamericano", apuntó. Tras pedir el compromiso y el trabajo de su "pueblo querido", concluyó: "Tengo el derecho de gritar en este mundo que derrotados son solo aquellos que dejan de luchar. ¡Viva la Patria! ¡Viva el Uruguay! ¡Viva América Latina!".
Astori saludó al pueblo con palabras de Vázquez
Con el mismo pedido que realizó el ex presidente Tabaré Vázquez el día de su asunción, el vicepresidente Danilo Astori saludó ayer al pueblo uruguayo: "No nos dejen solos". Fuera de protocolo, el presidente José Mujica dio la palabra a Astori con el argumento de que es "bueno en la vida recordar que nadie es más que nadie y saber que gobernar es construir equipos". El mandatario afirmó que "cuando uno tiene 74 años es bueno tener la caja de repuestos aceitada y pronta". Si bien aclaró que no delegará su responsabilidad, dijo "desconfiar de la biología" y de "las limitaciones que puede tener la soledad de nuestra cabeza".
Astori agradeció a la ciudadanía que se haya permitido "un segundo gobierno del Frente Amplio (FA)" y aseguró que la izquierda abrirá "sus puertas a todos los partidos políticos del Uruguay para trabajar juntos por un país mejor, definiendo cuestiones fundamentales para convertirlas en cuestiones de Estado".
En su discurso comunicó los temas de primer orden para su gestión. Para todos ellos reclamó concertación. Además, recalcó la necesidad de concretar la postergada reforma del Estado.
Escriben: Malena Castaldi - Analia Parra
DESAFÍO. Valentía y sinceridad reclamó Mujica a la oposición para concretar los cuatro capítulos.
Prioridades. En su discurso, el presidente José Mujica puntualizó varios asuntos de primer orden. Entre ellos, reiteró los cuatro temas de Estado que encarará su administración: educación, seguridad ciudadana, energía y medio ambiente. "Los temas de Estado deben ser pocos y selectos; en los que se juega el destino, la identidad, el rostro futuro de la sociedad", dijo.
El mandatario recalcó que la educación es la clave para revertir la pobreza, además de las políticas sociales que permitan revertir la situación de indigencia del 2% de la población nacional. En este sentido, reafirmó la idea de escuelas de tiempo completo y la segunda etapa del Plan Ceibal para la enseñanza Secundaria. Respecto a los temas de infraestructura y energía, Mujica subrayó que "implican pronósticos complejos" y "adivinanzas" acerca de la energía solar, eólica y nuclear. En materia de medio ambiente y expansión productiva, reconoció que ambos temas van en aumento y ya se sienten "algunos tambores de guerra conceptuales entre los partidarios de la producción a rajatabla y los preservacionistas".
En materia de seguridad, destacó que no se trata sólo de mitigar la delincuencia, sino de enfrentar el "cambio cualitativo": "Tenemos drogas como la pasta base de muy bajo costo (...) Tenemos mafias enriquecidas con amplia capacidad para generar corrupción", ejemplificó. No quedó atrás la necesidad de llevar a cabo la reforma del Estado. Reconoció que se ha "postergado demasiado la discusión franca sobre el Estado, los recursos que consume y la calidad de los servicios que presta".
Además, asumió que "la sociedad uruguaya ha protegido a sus servidores públicos mucho más que a los trabajadores privados". En este sentido, recordó a los 200.000 empleados que perdieron sus puestos de trabajo en 2002 y a otros 200.000 que vieron reducidos sus salarios, "todos trabajadores privados".
Mucha charla y tarjetas
Finalizado el discurso del presidente, las delegaciones internacionales y los legisladores salieron de la Cámara de Diputados como hormigas alborotadas. Predominaban los colores oscuros de los trajes, a excepción del ministro de Agricultura de Arabia Saudita, por su turbante blanco y una delegada de Sudáfrica, de traje amarillo. Se formaron grupos de tres a seis personas, que se saludaban e intercambiaban tarjetas, entre sándwiches y Coca Cola. El murmullo en el pasillo entre ambas cámaras era constante. Y el movimiento creció con la salida de los presidentes Hugo Chávez y Luiz Inácio Lula da Silva, que dialogaron por diez minutos rodeados de custodias venezolanos. También se destacó la imagen de dos potencias petroleras en una larga charla Venezuela- Arabia Saudita
. Fervor y alegría en la calle, el
día que Mujica fue presidente
Durante alrededor de una hora, el presidente de la República, José Mujica, saludó a los ciudadanos que se acercaron para alentarlo en el trayecto que unió los dos discursos de la tarde más importante de los últimos años.
Escriben: M. Natalevich - M. Noguez
Sus manos danzaron sobre el barrote negro de la camioneta. De un lado hacia el otro, durante todo el trayecto hacia la Plaza Independencia, apoyaba la palma de la izquierda y la de la derecha que no lograban estar lo suficientemente estacionadas para encontrar descanso.
De a ratos daba sacudones con el índice, el pulgar y el mayor erguidos; como si estuviera santiguando a los incontables uruguayos que se acercaron a saludarlo, para decirle: “Arriba, Pepe”, hasta gastar la consonante y la vocal que componen el apodo. Para buscar una mirada cómplice, un gesto directo e íntimo pero no menos fugaz. Para que él supiera que estaban ahí. Cuando se agotaba esa especie de saludo, cambiaba -en un movimiento lleno de duda- al aplauso o incluso al golpeteo en el techo del vehículo. Con el saco abierto, el pañuelo blanco hacia fuera. Con la serenidad que despierta incógnita y una expresión hermética en el rostro, Mujica respondió el efusivo saludo de la gente.
Aunque en menor medida, también se escuchó “vamos Danilo”. La mano derecha completamente abierta, el brazo extendido y una sonrisa estática. Petrificado. Así pasó varios minutos Astori hasta que el clamor popular lo fue aflojando y transformó esa imagen inicial en un hombre que se llevaba la palma al corazón, asentía con la cabeza de forma ininterrumpida e incluso tiraba besos.
Tuvieron un contacto limitado. Fueron muy pocas las ocasiones que se hablaron y menos las que se miraron. Cada uno, lidiando con sus propias emociones y pensamientos, sólo atinaba a repetir los movimientos para, en el algún momento, poder salirse del libreto.
Los más próximos a la dupla integraban el personal de seguridad. Unos diez custodias los acompañaron durante todo el camino, atentos ante cualquier eventualidad. Recibieron un llamado de atención cuando cayó un proyectil cerca del vehículo. Y tuvieron que entrar en acción a pocos metros de la Plaza Independencia, cuando Mujica se bajó de la camioneta y la gente se abalanzó para saludarlo. Ellos se abroquelaron, ofrecieron contención e hicieron acelerar el paso al presidente que a esa altura ya quería tener puesta la banda presidencial.
Atrás del móvil que transportaba a Mujica y Astori, iba en auto la senadora y primera dama, Lucía Topolansky, que, con la ventana baja, saludaba con la emoción a flor de piel. Muy cerca de ella hizo todo el trayecto caminando el senador socialista, Daniel Martínez, quien vestía un vaquero y una camisa. Fue el primero de los varios legisladores frenteamplistas que se acercaron a saludar a los uruguayos que estaban contra las vallas de seguridad frente al Palacio Legislativo. “Oh le le, Oh la la, si esto no es el pueblo, el pueblo dónde está”, coreó Martínez junto a la multitud.
Más allá de los hombres de seguridad estaban los camiseta blanca, encargados de mantener el perímetro. Enganchados, cada tanto corrían un poco y cada otro tanto pegaban un empujón.
Finalmente, la ciudadanía. La gran mayoría, frentistas. Una -o más de una- columna festiva. Un surtido de colores limitado en movimiento. Padres y madres con sus hijos en brazos. La abuela sentada en la playera. Adolescentes en grupo. Vendedores de ocasión y una cuerda de tambores. Cada uno con sus expectativas y razones. Cada uno con un sentir y el recuerdo de un relato que podrán narrar de aquí en más. El hombre que fue guerrillero. El guerrillero que volvió del infierno para ser presidente. El día que Mujica fue presidente.
Un crujido que pudo ser tragedia
Hubo un ruido seco. El hombre de seguridad -uno de los diez- se dio vuelta con rapidez y agilidad. Permaneció con la vista depositada en alguno de los balcones que dan a la calle Libertador durante un buen rato, mientras seguía avanzando el vehículo que transportaba al presidente, José Mujica, y al vicepresidente, Danilo Astori. Algunos segundos antes había caído un proyectil: una bolsa con algo en su interior que al chocar contra el suelo, a pocos metros de la camioneta, provocó un chasquido. Un sonido que pasó desapercibido para la mayoría de los que estaban ahí presentes pero que llamó la atención de la seguridad que se puso en estado de alerta y no paró de mirar hacia arriba hasta que estuvieron varios metros alejados del edificio.
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